Hoy he perdido la noción del tiempo, del espacio
y de las palabras y soy esclavo de ellas
he descubierto que a pesar de poder expresarlas en papel y tinta
con sentimiento y resentimiento
no puedo pronunciarlas,
por mas que intento sacarlas nadie parece escucharlas, no saben lo que significan...
nadie las entiende, nadie las siente, pero yo si...
Mis palabras se hacen nudos y no entienden como no las pueden entender...
a veces son ardientes como las brasas al fuego, quemándose,
calcinándose lentamente y los oídos puritanos, necios, cuadrados
simplemente no soportan ese ardor... son débiles
otras veces enmudecen la hiel del que las oye, se petrifica su razón
pues las palabras que fluyen de mi son gélidas,
que congelan los pensamientos del desdichado receptor
Mis palabras encienden o apagan, congelan o queman
curan o enferman, maldicen o bendicen.
pero jamas tienen un punto medio para suavizar la caída de su significado
Cuando deseo hablar
Se vuelven torrentes en mi e idealizo la conversación en cuestión
pero ellas solo quieren salir en blanco o negro, no hay matices para
lo que quiero decir y eso me aísla del mundo constantemente
mis palabras no son solo palabras, son años, son vida, son muerte
son deseos, maldiciones, decisiones, errores y aciertos todo eso llevan mis palabras
pero no lo puedo decir por que entonces no es correcto dejarlas que fluyan
dejarlas ser como la palabra misma...
..ellas están prohibidas por que el humano que vive en mí tiene que
medir su ser para no lastimar al que le reprime, para no estar solo...
Ellas se reniegan constantemente, me atosigan y reclaman porque prisioneras están en una mente caótica donde irónicamente el limite de su existencia es mi voz y aunque un mundo vasto e infinito edén yo les ofrezca dentro, ellas quieren salir por que su significado no significa nada si no logran nacer y existir en el mundo exterior
mis palabras se comen unas a otras desesperadas porque no comprenden que tienen que callar cuando su naturaleza es hablar...
-dile al viento que no murmure, dile al agua que no siga su cause-
-dile al polvo que no vuele y al fuego que no arda-
me dicen llorando, gritando, ardiendo, muriendo...
Pronuncio lentamente su sentir pero nadie que escuche comprende todo el esfuerzo
sobrenatural que hago para no dejarlas ser, para no dejarlas salir...
En mi mente ellas tienen vida, piensan por si mismas desarrollan vínculos entre ellas como lazos de sangre, se enredan, hacen el amor, se conectan creando melodías hermosas cuan obras maestras, que te hacen llegar al clímax con el crescendo de su existir...
las palabras que se encierran, las palabras que no llegan
las palabras que viven en mi, pero nadie sabe que están ahí...
al final estoy solo con ellas...
A ellas yo les pido perdón por no hacerles honor a su existencia
y en cambio
tengo que negarlas...
tengo que abandonarlas...
tengo que dejarlas morir...
porque el mundo no esta preparado para escuchar su verdad,
para admirar su belleza o comprender su tristeza o simplemente para aceptar su rareza
porque nadie las entiende, nadie las siente, pero yo si.
A ellas yo les pido perdón por no hacerles honor a su existencia
y en cambio
tengo que negarlas...
tengo que abandonarlas...
tengo que dejarlas morir...
porque el mundo no esta preparado para escuchar su verdad,
para admirar su belleza o comprender su tristeza o simplemente para aceptar su rareza
porque nadie las entiende, nadie las siente, pero yo si.