He perdido, lo acepto le he entregado a Alier lo poco que he construido y ahora con la cabeza hacia arriba regreso de nuevo a las tierras Apisianas, y mi cordura pende de un hilo, contemplo cada horizonte y es como sí jamás hubiese salido de estás tierras sucumbí ante las debilidades Apisianas y aunque hubiera querido ocultarlo por cientos de años siempre sale Flote, es una maldición.
Ahora me doy cuenta que mi corazón se enfría y mi mente es más calculadora cuan cazador Bartho.
Lo me está llamando y al atravesar los cristales puedo verla de nuevo, su mirada, su maldita frialdad, su sed de venganza y ahora por sí fuera poco me hace de piedra el corazón, saca sus malévolas manos a través de los cristales y me besa... -"Te extrañe"- comienza a salir ponzoña de su boca vaya hipocresía después de haberla confinado en las frías tierras de Taroc en los confines de Uhdur donde los diamantes son desechados y los tauros olvidados...aún así pone sus pútridas manos en mi rostro y dulcemente me ha dicho -he vuelto, lamento haberte hecho esperar-
Ahora lo único que me queda por hacer es cumplir la promesa Que he hecho a Uih y a Lux, aunque eso signifique que tenga que llamar a los pilares de nuevo...
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