Los ojos de Hudur

Se dice que hace milenios durante las guerras de las serpientes Hudur fue un gran Guerrero vidente el cual guiaba a su ejército por las tierras de norte enfrentando a los Barthos (cazadores de almas). Hudur poseía un Don el cual era tener visiones acerca de las probabilidades, causas y efectos de cualquier acción que se tomaba, el sabía que no era cualquier cosa así que siempre se le veía meditando para tomar las decisiones que le llevaría siempre al triunfo en sus batallas.
Al terminar las guerras como era de esperarse su ejército triunfó sobre todos los demás.  Dando a Hudur la posesión de tesoros incontables y grandes extensiones de tierra, pero sus ambiciones cegaron su juicio, las visiones no eran claras y su ruina fue inevitable.
A pesar de haber perdido todo en posesiones Hudur unió su alma una mujer sabía la cual le ayudaba a perpetuar sus visiones, hija de los más finos linajes de Ecllar la que más tarde daría vida al más sano de mis ancestros.

Al unir sus vidas Calia y Hudur comenzaron el más grande linaje de videntes, pero guardaron el secreto ya que Hudur había visto lo que las visiones falsas pueden hacer, ante el temor de que su familia fuese consumida por las visiones decidió quitarse los ojos y darlos en sacrificio para protegerla.
Pero los ojos no eran los que le daban las visiones, al menos no los ojos físicos. Y así sin saberlo aquellos ojos dados en sacrificio pasaron de generaciones.