2.16.2007

Dato curioso mío...

en otoño las hojitas de los arboles se caen viene el viento y las levanta y se ponen a bailar...
no tires el agua no la gastes mas, no la desperdicies, la debes cuidar...
algunas de las canciones que me gustaba cantar de pequeñuelilla.

Mi opinión politica de suma importancia para mis tíos y una en particular, mi tío Luis con su memorable saludo: " COMPAÑERA" y ese tono tan peculiar con el que lo decía...

La cena de navidad, mi temor a los fuegos pirotecnicos, me hacía estar sentada en la cabecera de una mesa llena de adultos, a mi edad de 7 años hablando y opinando de politica, y temas de actualidad, noticias para ser específica... Caso Irigoyen muy mencionado, lo que mas recuerdo sus en sus mentes visualizaban a una gran mujer dedicada con todo el corazón a la politica o el derecho juridico...
Aquellas juntas de sindicato en donde me encontraba en primera fila queriendo ventilar mi opinion, pero solo podían ver a esa pequeña mujer picara que por obvias
razones nadie escucharía...
Un día de visita a un tío bisabuelo en Santiago N. L. , dando consejos a un anciano y apapachandole el corazón dolido y abandonado por la ingratitud de sus hijos...
Mostrando interés en temas de conversación poco usuales para un niño en esa epoca, queriendo formar un comite de politica en una escuela pública donde la enseñanza pasaba a segundo plano...

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Formando bombas de chicle con polvito acido en el centro...
Teniendole miedo a una joven enferma que tenian resguardada en un cuarto, ella, desnuda y su olor insoportable con una curiosidad enorme de que era lo que le pasaba, pero no podía soportar esos gritos agudos y mounstrosos...
Subiendo a una carreta color verde y pequeños contornos dorados, guiada por un hombre de avanzada edad, paseando con niños de la cuadra en casa de mi bisabuela...
Escondiendome detras de unas cortinas que cubrian una ventana enorme pensando que estaría ahí para siempre sin que nadie pudiera verme...
Jugando lotería en Casa de Doña Cata que se comia la ceniza mientras se fumaba un cigarro y siempre quise saber a que sabía, jugando con una doble sirena en esquinas contrarias, una bota y una sandía...
Rezando en navidad en cada casa de las vecinas, como cinco rosarios, agotante, pero nunca había uno normal, a mitad de este me daba un ataque de risa que no podía controlar y terminaban por suspenderlo un minuto para calmar a los pecadores...
Llorando y sintiendome alejada, mientras mis primos apuntaban todo lo que yo decía para despues ser arremedada durante los próximos 5 años hasta que un día se dan cuenta de lo doloroso que es para mi...
Queriendo durante casi toda mi vida ser Abogada y en cuarto semestre de preparatoria cambiando de opinion para ser Bióloga...
Comiendome los mocos...
Compartiendo mis ideas con el viento desde los 6 años...
Comiendome toda una casuela de habas preparadas inigualablemente por mi bisabuela...
Disfrutando el ponche de navidad...
Jugando en el baño, a falta de una tina metiendo mi pequeño cuerpo en un bote de 20 lts. atorandome con frecuencia, hasta que los dedos se arrugaran...
Jugando futbol con una pierna enyesada...
Masticando las hojas de yerbabuena son sal...
Masajenado la espalda de mi mamá...
Leyendo las cartas en la casa de una amiga de mi mamá, con tan solo 5 años de edad...
Haciendo tuneles en los montones de arena en una quinta de mi tío Juan...
Cantando la canción del agua por muchos años a quien lo piediera, por lo general adultos...
Durmiendo entre ropa usada debajo de la tarima donde mi madre vendía ropa en los mercados rodantes, que por cierto el mercado de los jueves en el mesquital, era mi favorito, sobre todo comer esas deliciosas tostadas...
Escondiedome del viejito de la manzanilla, pensando en una pequeña vasija que traía en el costal en forma de cabeza de niño, huyendo despavoridamente por temor a que mi cabeza ocupara su lugar...

1 comentario:

ZoftWero dijo...

Leerte me hizo recordar muchos momentos de mi niñez, cosas perdidas en el laberinto de mi propia mente, que se negaban a salir, y que ahora brotan igual que mi sonrisa.

Solo puedo decirte, Gracias.

Gracias por dejarme ver dentro de tí, por dejarme imaginar como fué tu vida de niña, como fuiste creciendo y madurando tal vez mas rápido de lo normal, como fuiste tomando un poco de cada uno de esos recuerdos, para forjar tu mente y tu espíritu.

Esa niña pequeña, por momentos difícil de notar, pero nunca dispuesta a pasar desapercibida, esa niña atenta, curiosa, analítica, observadora, soñadora, llena de convicciones pero sobretodo enamorada de la vida. Esa niña vivó tantas cosas felices y tristes, tantas cosas difíciles, pero aún así hermosas, que la convirtieron en la mujer de la que yo perdidamente me enamoré.

Palabras de mi

  Hoy he perdido la noción del tiempo, del espacio y de las palabras y soy esclavo de ellas he descubierto que a pesar de poder expresarl...