Durante las guerras de Apisianos contra los Noimianos mi ancestro propuso la farbricacion de un camino mas seguro que pudiera resguardar el Templo Apisian...
Le ví por ahí andando, vaya vagabundo, vaya color de cabello, sus arapos no podía mas que despertar lástima en cualquiera de los habitantes con sus perfumes de Flores Brías... pero yo no era un habitante... así que le mire a los ojos y pregunto que deseo había pedido en el día del cometa, me sonrió y con esos hermossos ojos profundos y tan oscuros (como los de aquella mina en la que había yo perdido la razón) me hicieron recordar el suave aroma de la Piltra, podía ver bailotear el olor en sus pupilas, fue entonces cuando todos comenzaron a llamar a la corte para que me trajeran de regreso a Taj-dá y asi poder recuperar la razón... desde entonces no le veo... y le extraño...
...mi querido extraño con con brazos de dragón Glaniar, cabellos enormes, y sus ojos, hermosas ventanas a las minas de Libar...
Le extraño...
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